Es difícil explicar sin extenderse todo lo que no funcionó bien durante nuestra estancia en roqueo de chavela. Aparentemente el equipo que llevaba el sitio se fue dos días antes de nuestra llegada (o algo así entendimos), esto puede ser su excusa, pero ciertamente no recibimos lo que esperábamos: en particular con la comida que no se parecía en nada al menú de ejemplo que nos habían mandado por email, siendo de muchísima menos calidad y con un servicio pésimo (el primer día nos sirvieron la comida con dos horas y media de retraso sobre la hora que nos habían dado ellos mismos). Esta situación insostenible se extendió a otras áreas como la higiene, las zonas disponibles (comprueba antes de ir si la piscina o la zona verde van a estar abierta o te puedes llevar una desilusión), y el servicio en general (teníamos que preguntar constantemente por papel higiénico tanto para las habitaciones como para los retretes comunes). Nosotros pagamos un depósito con la intención de estar una semana y nos fuimos después de tres días, ni siquiera tomamos el desayuno el último día. El personal era amable, pero el servicio y las condiciones del sitio no cumplían con unos mínimos. El sitio está en una colina bastante inclinada, los niños pequeños deben de ser vigilados constantemente para evitar accidentes porque con la piscina y zona verde cerrada no tienen dónde ir. La seguridad (no había alarmás de humo) y la higiene (donde el hombre que cuidaba de los animales servía también el desayuno con las mismas ropas y sin guantes) dejaban mucho que desear. El lugar podría funcionar como un sitio barato para mochileros, pero nada más y ciertamente no al precio que pagamos nosotros (que nos vendieron una experiencia diferente). Los dueños necesitan revisar bien el modelo de negocio. Nosotros lamentablemente seremos felices no recomendándoselo a nadie.