Restaurante: Saltacaballo

Hola, hace mucho voy a saltacaballos y para es mi la mejor paella que he comido esta hecha alli. El buen trato del personal para como los clientes. ¡La dueña Maria luisa una persona única e cocina como nadie! En la elaboración de los platos se nota todo el cariño. La carta muy rica por cierto, el vino a su punto, la terraza belissima como una vista inolvidable. Les felicito con mucho aprecio.

Sin duda uno de los peores restaurantes en el que hemos comido el menú especial para empezar tardan en atenderte los mismos vasos de los años 50 el primer plato pasable pero el chuletón de buey en su punto como lo habíamos pedido poco hecho y en su punto perfecto, el problema es que estaba frio un chuletón frio increíble, las patatas y los pimientos ardiendo en conclusión han hecho primero el chuletón y este esataba esperando al acompañamiento muy mal. Otro detalle cuando la camarera te explique los postres que hay que no se limpie el morro con el brazo queda muy mal.

El restaurante Saltacaballo es de esos restaurantes de fin de semana donde vamos la familia a celebrar un cumpleaños. tiene unas vistas preciosas y un gran aparcamiento. Lo mejor es el hecho de salir, de ir a un sitio al lado del mar, porque el restaurante en sí es de esos que con el tiempo se han quedado anclados en el pasado. Antes era un restaurante destacado, conocido por todos, pero desde la creación de la autovía del cantábrico ha perdido la masa de gente que iba a comer. Se ha quedado anclado en esa época, tanto el personal como la decoración como la carta. Es como retroceder a los años 80, como si nada hubiese cambiado. No es que pongan mal de comer, pero comienzas a sentirte anticuado, un poco pureta, un tanto camionero. La cocina es tradicional, con toques vascos, cántabros y en general platos del norte como las fabes con almejas, pescados y carnes de buena calidad, ... A ver si con suerte lo reforman y lo reconvierten en algo más moderno.