Restaurante: Santa Ana

Una experiencia lamentable. Acudí a comer con la familia y al llegar me encontré con que solo había un menú cerrado. Dado que ese menú no era de nuestro agrado, intenté pedir otra cosa, pero se limitaron a decirme que eso era lo único que había y no se podía pedir otra cosa. Como se pueden imaginar, no me quedo más solución que levantarnos de la mesa e irnos de allí. Me parece lamentable que un restaurante de esa categoría, no tenga una alternativa para estos casos. Nunca había estado en este restaurante y no creo que vuelva a poner los pies en él.

Nos gustó mucho, tanto el lugar, menú y servicio. También valoramos el servicio de animadora para los niños. Espero volver y por supuesto recomendarlo.

Se trata de un restaurante fuera de lo normal, es un sitio en el que no solo vas a comer, el propio encanto de las instalaciones y el trato del personal te hace sentirte diferente y especial. Nada más sentarnos el maitre se nos presento, nos hizo preguntas acerca de nuestros gustos culinarios e inmediatamente ya nos estaban sacando los platos. De su carta salen platos explosivos por su sabor y cuya presentación es digna de representar a la alta cocina española. Nosotros nos dejamos aconsejar por los vinos, y fue todo un acierto... Seguro que repito

Mi mujer y yo celebramos nuestra boda allí. Al principio todo son buenas palabras, todo es posible, etc. Nos atendió estrella, la hermana del gerente. He de decir que tanto la comida servida en la boda como el servicio fue estupendo. Lo primero que preguntábamos en todos los restaurantes que pedimos presupuesto para celebrar nuestra boda era si celebraban bodas civiles. Pues bien, nos dicen que sin ningún problema, que llevan años celebrándolas. Lo que en un principio era gratis, a dos días de la boda, el gerente nos dice que no se hace responsable de ponernos la música elegida para la ceremonia, pues como ha hecho una nueva terraza, necesitaba megafonía, que según él no tenía y que debía alquilarla y a un dj por 300 euros. Nosotros nos negamos, pues nada de eso se había hablado cuando concertamos el restaurante. Intentó subirnos los precios del menú concertado en octubre y firmado por su hermana cuando reservamos el restaurante. A dos días de la boda intenta que le paguemos el 90 % de la ceremonia, cuando en el contrato figuraba la boda se pagaría en día de la boda al finalizar todo. Cosa que se hizo, pero todo fue partir la tarta y ya me estaba buscando para arreglar cuentas. El todo incluido tenía 2 fuentes de chocolate en la barra libre, que a 2 días de la boda se nos informan que las dos están rotas. Estrella nos ofrece el tradicional corte de tarta y en ningún momento habla de coste, su hermano intenta cobrarnos 175€ por ella.

Mi mujer y yo celebramos ahí nuestra boda. En cuanto a la cocina y el servicio, no hay nada que decir porque tanto la comida como el servicio estuvieron muy bien. Pero el trato recibido por su gerente [...] fue pésimo. Cuando nos comprometimos con el restaurante, nos atendió su hermana, muy amablemente. Nosotros llevábamos una lista de unos 100 invitados, aproximadamente, siendo conscientes de que alguno fallaría. Ella nos dijo que no había problema, que tenía un salón en la parte alta precisamente para esa cantidad de gente, o bien se podía hacer en el comedor del restaurante, que también era muy coqueto.

Pasadas unas semanas, se pone en contacto con nosotros la persona que se encarga de las reservas, y nos llama para confirmar todos nuestros datos, todo muy bien. La primera vez que hablamos con ella en persona nos dice que éramos muchos invitados para los salones que nos había indicado la primera vez la hermana del gerente, que como mucho mucho 90 personas... Uno ya se altera porque quiere que sus invitados estén bien, y las cosas van cambiando cuando ya nos habíamos comprometido y no había tiempo para buscar otro restaurante.

Pasadas unas semanas, hablamos en persona con el gerente y nos dice que ni pensarlo, que como mucho 80, para que todo quedara bien. Que él no metía a más de 85 personas en ese comedor, y el salón grande de celebraciones ya estaba ocupado. Nos decía que teníamos que quitar invitados. Y quién es él para decirnos si quitamos invitados o no? También íbamos a tener acceso a la cafetería para la barra libre, todo muy bonito. Pues como una semana antes nos dice que no, que nos iba a poner unos altavoces y un equipo de música que iba a alquilar, pues la cafetería era para la otra boda.

El coctel de bienvenida iba a ser en el jardín que tienen a la entrada, que está bonito, pues justo el día antes de nuestra boda me dice que nos iba a poner en un lateral (en el aparcamiento) porque en la otra boda que había al mismo tiempo que la nuestra eran más personas y el jardín era más grande. Ya se veía venir que la otra boda era más importante para él porque eran más y eso eran más euros. Nosotros finalmente sólo fuimos 77 personas. El mismo día antes acordamos que íbamos a poner una pantalla para hacer una proyección. Y me dijo que con tanta prisa era difícil alquilarla. Y me dijo: "a mí me cuesta alquilarla 100 euros. Si te la consigo, los pagas?? " yo le dije que sí. Pues allí no hubo pantalla de proyección, vimos la grabación en el televisor que tienen.

Si entran a la página web del restaurante, se puede ver en qué consiste su "todo incluido" sin límites. Pues bien, tuvimos invitados que se quejaron de que no quisieron seguir sirviendo jamón, cuando nosotros estramos (mi mujer y yo) vimos como los camareros retiraban los centros de mesa que había puestos (no se si serían para los de la otra boda), en cada mesa sólo había dos tarjetas no personalizadas con el menú. Y luego en la barra libre, cierto es que alquiló un equipo de música con altavoces, pero... Saben quién ponía la música?? Nosotros. Allí había unos cds, pero no había un dj. Nosotros nos tuvimos que poner a ver la música que había y lo que poníamos para divertir a la gente. Para los otros sí que hubo dj.

A pesar de todo esto, estuvimos felices con nuestra familia y amigos, y le pagamos a tocateja, cosa que casi nadie hace. Nos dieron un ticket, ni siquiera una factura. Cuando revisamos el ticket, vimos que había metido a 5 personas más (unos 230 euros). Pues después de todo lo dicho, se negó a devolvernos ese dinero, e incluso nos hizo acusaciones falsas de acoso a uno de sus camareros. Tontos fuimos nosotros porque no tenemos ni un triste contrato que nos ampare, sólo un ticket. Así que no dejen de exigir su contrato para luego poder reclamar a esta clase de restaurantes.