Restaurante: Santo & Deli

Sitio perfecto para impresionar a tu pareja. El restaurante tiene mucha personalidad, desde las paredes llenas de objetos caseros hasta el "libro de visitas" (a lo restaurante). La carta es corta, pero todo con muy buena pinta. El churrasquillo delicioso, y el kebap de mi pareja, diferente a los típicos de Madrid. El precio, unos 50 euros para dos, postre y vino incluido. Servicio atento.

El restaurante te lo encuentras de casualidad, escondido en Madrid, y como tantos otros de la zona, sorprende cuando te animas a conocerlo. La decoración está muy cuidada, con objetos diversos aquí y allá, imágenes grandes de cubiertos... Y a juego va su comida. Estuve hace un par de semanas con mi pareja, y pedimos churrasquito (típico brasileño) y un couscous vegetal. Ambos platos estaban estupendos, acompañados con pan de semillas. Bebimos cahipirinhas, muy brasileño todo, la verdad. De postre, compartimos banana split, muy bueno y perfecto para cerrar el almuerzo. Salió a un precio razonable, y nos atendieron estupendamente. El ambiente era calmado y pudimos comer tranquilamente a nuestro aire. Lo recomiendo.

Comencé a ir prácticamente desde que lo abrieron, porque lo tengo muy cerquita de casa. La carta es corta, pero la cambian cada unos meses. La dueña es la chef y lo idea todo ella, la verdad es que la comida es original y el sitio también. La última vez pedí couscous veggie y un pastel de chocolate increíble, fue hace un par de meses. No suele haber problemas para reservar, y pagué con tarjeta. Sale como a 35 euros la comida, y lo merece. El vino es bueno, aunque me quedo con las cahipirinas.

Precioso y acogedor. Acábamos de casualidad tras un paseo por el centro, y nos sorprendió bastante. Pedimos langostinos, un par de cócteles y de postre una especie de tartita de chocolate deliciosa. Lo mejor, el ambiente. No es barato, pero merece la pena. Volveremos.