Restaurante: Síbara

Muy buena cocina, con detalles de presentación únicos y sabores sutiles. Los vinos una carta cuidada y estudiada. Se puede comer en la terraza con una paz increíble. Único detalle a mejorar, queda feito en un restaurante de este nivel, que los camareros cuando quedan tres mesas se dediquen a mirarte para que os vayáis. Esto no llega a empañar su encanto por suerte.

Lo que más destaca es la mala educación. Reserve por teléfono mesa para ocho adultos y cuatro niños( entre 4 y 2 añitos) no me comentaron nada sobre los niños. La sorpresa fue que cuando ya estábamos sentados y pedido la comida, el camarero nos intento decir amablemente ( sin conseguirlo) que el restaurante no estaba enfocado para niños. Ósea que les fastidiaba que los niños estuviesen allí porque parece ser que ocupaban mucho sitio y no consumían como adultos. Incluso por teléfono me comentaron que tenían un tobogán en el patio, (no se para que). Comimos con muy mal ambiente porque se notaba que no les gustaba la presencia de niños. La comida no era una gran cosa. Logicamente ninguno de los 8 que estuvimos repetiremos, y por su puesto tampoco amigos. Si no les gustan que pongan un cartel de que no se admiten niños.

El restaurante es muy acogedor, la comida buenísima, y buen precio. La única pega es que los camareros te quitan el plato sin preguntar. Han de cuidar eso. Por lo demás todo muy bien.

Si estás pensando dónde dar una sorpresa a tu pareja no lo dudes mas, invítala a cenar en el restaurante Síbara y seguro que aciertas. Es romántico, acogedor, tranquilo, luz tenue y con velitas, te atienden fenomenal,zona de fumadores y no fumadores, y lo mas importante...la comida! buenísima calidad(aviso importante: tienes que ir con hambre por que también ponen cantidad!!)
Además bastante económico.

Sólo se tarda en llegar unos 10 minutos desde el centro de Madríd, dirección El Plantío, es sencillo, pero podéis consultar su página web que os informan de cómo llegar.