Restaurante: Sidrería Arrantzale

Un lugar increíble, se come bien, el trato es familiar y no es un sitio caro para todo lo que ponen.

He disfrutado hoy de un cupón de groupalia. Una ración de chorizo a la sidra, una tortilla de bacalao exquisita, un chuletón de 1kg. Para dos, de postre idiazábal con membrillo y todo esto regado con 2 botellas de sidra natural zabala por 35 euros. Un chollo. Todo bien cocinado y de calidad. Recomiendo probar. El camarero muy antipático, pero yo pago para comer bien no para que me hagan reir, para eso me voy al teatro. Eso sí, el encargado muy amable. Lo mismo otros que han opinado no tuvieron suerte, o debido a sus quejas, han cambiado. ¡¡¡ ojo!!! No os guiéis por el tomtom para llegar al sitio. Te lleva por iturrigorri/peñascal y es un camino para todoterrenos donde no puedes dar la vuelta, con unos agujeros en el suelo impresionantes. Tardamos una hora para andar un kilómetro, quemando ruedas y embrague. No entiendo cómo el navegador te lleva por ahí. Debería estar catalogado como carretera sin asfaltar. Lo mejor es poner betolatza y una vez allí subir al asador por una carretera estrecha y curveada, pero bien asfaltada. Con esta precaución, disfrutaréis de una buena comida. Que aproveche.

Totalmente de acuerdo con la gente que no repetiría ni lo recomendaría. Acudimos con un cupón de oferplan (mariscada + txuletón para 2 por 78,80) cuyo valor inicial era de 148€ (según la oferta). El menú en sí no estuvo mal, lejos de esos 148€ que se le suponían. Varios detalles: -a elegir entre crianza o albariño, elegimos albariño; nos sacan una botella sin etiquetar, imagino que el vino de la casa. -"ahora traigo la cubitera" ; no la trajo. - nos recomiendan el txuletón, aceptamos. Cuando sacaron el txuletón estaba muy hecho, seco y frío. Después de varios detalles del servicio ahora si empezamos a sospechar que nos lo habían recomendado por que les sobró de otra mesa. A esto se suma que cuando uno de los camareros se acerca con un hornillo para calentar (sin nosotros pedirlo) la camarera le dice desde otra mesa que le han dicho que en esta mesa no lo ponga ( gracias al camarero por no hacerle caso), a mi me dió mucha vergüenza. Nosotros comimos con la sensación de que nos lo estaban regalando o lo estábamos robando. Creo que si les molesta que la gente se beneficie de las ofertas, lo lógico seria no ponerlas. El hecho de ponerlas es una forma de publicidad que en nuestro caso se ha vuelto negativa por no respetar lo que ofertan. En nuestra opinión el menú que nos ofrecieron no valía los 148€ que se le suponían y los detalles del servicio nos parecieron muy desagradables. Es la primera vez que salimos con esa sensación de un restaurante. Nosotros no le vamos a dar una segunda oportunidad.

Bueno. A primera vista muy bien. Llegamos a las 14. 15 luego empezó el tema de que no teníamos reserva. Por lo tanto ya estábamos en desventaja. Nos dieron una mesa para dos y nos sentamos a las 14. 45 hasta las 15. 10 no nos trajeron ni el pan ni nos tomaron el pedido. Bueno había mucha gente, tres camareros que discutían entre ellos, pero eso no es todo... Pedimos sobre las 15. 20 y un menú sidrería y un chuletón... Bueno... Nos comimos todo el pan y ahí no teníamos ni el agua... Una hora para servirnos.. Mi cuñado sin el plato... Luego nos traen una ensalada y así estuvimos hasta las 16. 20 que le dijimos que nos íbamos porque esto no podía ser... Y bueno parecía que se apuraron mas... Claro nos aclararon que ellos no tenían la culpa porque las reservas habían llegado tarde y que nosotros no teníamos una.. Y que la cocina colapso!!!!... Y no habían abierto aun la terraza... Así que en verano ni piséis el sitio!!!!.. Bueno en fin la comida... Regular.. Carne cruda y seca. Encima con los precios... El crianza... Malo.. La sidra buena... Y el café regalado, porque nos habíamos quejado claro... En fin... Servicio pésimo... Lugar precioso por las vistas y parecía tranquilo... Pero por lo demás... Calidad precio... Ni por asomo es la adecuada... Y salimos a las 17. 00 h!!!! Madre mía para una comida, que agobio

En líneas generales, muy bien. Soy de los que como casi todos los días fuera y conozco muchos sitios. Está vez la mesa la reservó uno de mis amigos y cuando llegamos todo fue sobre ruedas, como ha de ser. Tienen una carne muy buena, y como tal la pagé, mis compañeros comieron un rodaballo a la bilbaina para los tres que nos trincharon en la misma mesa como manda los cánones, y de postre su famosa tarta de queso. Todo muy bien por eso no me extraña que tengan tanto éxito. En definitiva para repetir.