Nos trataron muy bien los camareros nos indicaron en no pedir demasiado pues las raciones son grandes, precio calidad excelente estuvimos en la semana anterior a la Semana Santa
Nos trataron muy bien los camareros nos indicaron en no pedir demasiado pues las raciones son grandes, precio calidad excelente estuvimos en la semana anterior a la Semana Santa
Se come bien pero el precio es excesivo. La comida estaba muy buena pero en otros sitios se come igual o mejor por bastante menos.
Estuve el sábado 25 de agosto cenado en la terraza y la calidad de la comida el trato que nos dieron no pudo ser mejor, recomendable totalmente, un saludo al dueño y a los camareros.
Muy bueno, quizás las guarniciones serían mejorables, pero tanto el pescado como la carne son de muy buena calidad y elaboración. El trato del personal más que correcto. Recomendable
Estuvimos en diciembre en el restaurante y nuestra experiencia no pudo ser más maravillosa;desde el recibimiento del dueño, hasta todos los camarer@s que nos atendieron se desvivieron por hacernos una estancia de lo más agradable, lo que consiguieron de verdad. En relación a la comida, todas las sugerencias que nos fueron hechas, resultaron ser un verdadero acierto. Calidad y frescura de los productos garantizada. Excelente relación calidad-precio. Volveremos
No puedo opinar sobre la calidad de la comida porque después del recibimiento del camarero se me quitaron las ganas de comer allí. Dos amigos míos que vinieron de málaga a pasar este verano quisieron conocer el famoso pueblo del dr. Mateo, así que después de pasar la tarde en lastres y visitar el faro de luces, decidí parar con ellos en villaviciosa para cenar. Pasamos por la sidrería bedriñana y nos apeteció sentarnos en la terraza para tomar algo de sidra y cenar algo. Como las mesas estaban puestas con sus manteles y todo, decidimos esperar a que un camarero nos dijese dónde sentarnos. Pues bien, cuando uno de los camareros (joven, pelo moreno, gafas,... ) se dirigió a nosotros, el diálogo fue el siguiente: - ¿qué queréis, cenar? - sí. - pues mirar primero la carta, no os vayáis a asustar. Me di media vuelta, ni siquiera miré la carta, les conté a mis amigos lo que había pasado, y nos sentamos a cenar en la sidrería de al lado, donde nos trataron de maravilla. A todo esto, íbamos vestidos de forma normal, ni de traje y corbata, ni tampoco hechos unos zarrapastrosos, por lo que no entiendo la actitud del camarero, que flaco favor le hace a la empresa en la que trabaja. Luego, a algunos les extrañará que el número de turistas baje, con actitudes así, lo raro sería lo contrario.
Comida abundante y exquisita. Atención del dueño muy profesional. Camareras/os agradables y responsables de su trabajo. Muy buena cocinera/s.