Restaurante: Taberna Txapeldun Egarri

Restaurante con decoración agradable, pero imitación vasca muy lejos de la realidad. Croquetas congeladas, pan mojado, cantidades escasas... Y caro. Para no volver. Y trato discreto y lento.

Sensación agridulce. Este restaurante tiene mucho que mejorar, sobre todo en los pequeños detalles y las cosas sencillas, en las que falla estrepitosamente: por ejemplo, el pa amb tomaquet que ofrece seguramente sea el peor de toda Barcelona: no le ponen sal, el trozo de pan no esta demasiado fresco y es muy gordo, y el aceite empleado desde luego no es de oliva virgen. El resultado es que te llevas a la boca pan mojado. Hemos comido una ensalada de idiazabal y membrillo, decente pero cortada estilo cuartel y con la vinagreta de miel muy ausente. Unas pochas con langostinos y almejas, que estaban bastante buenas, y unas chuletas de cordero también bastante ricas, aunque con la guarnición totalmente desatendida: poco hechas las verduras y sin sal. De postre, una pantxineta que es el terror de euskadi.... Que cosa más espantosa.... En fin, lo dicho, a un local muy agradable le falla la dirección de cocina, porque por pequeños detalles se arruina la imagen general de lo que podría ser-pero no es- un buen restaurante.

Nosotros hemos estado este mediodía para comer el menú del día. La comida es buena aunque los platos no son muy generosos, suerte del pan. El servicio un poco lento, ya que tan solo habían dos camareros. Para picar hemos pedido lacón, la cantidad era justita y una jarrita de txacolí eran 5 ó 6 euros, un poco caro para la cantidad que era, apenas dos vasitos.

Excelente el lugar, te transportas a los tiempos de tu juventud y para el joven, a los tiempos de sus padres por el aspecto
y el trato afable y atento. La comida también excelente y variedad,
tanto lo montaditos como las carnes y pescados a la brasa efectuados en carbón de leña, el pan afloja un poco si no es recién hecho. La bebida muy variable, con todos los vinos de orígenes famosos por sus calidades. En fin, un lugar para comer y pasarlo muy bien.