Llevamos varios años yendo asiduamente a este establecimiento, y tengo que decir que siempre siguen la misma linea de cocina (tradicional artesana) el servicio es muy bueno y muy cercano, te sientes muy cómodo y el entorno es insuperable. En algunas ocasiones la comida ha tardado un poco cuando el establecimiento ha estado lleno (cosa que es lógica y normal). Opino que este lugar es visita obligada de fin de semana cuando quieres desconectar, sentarte frente al rio y disfrutar de una buena comida hecha para ti en el momento. No cambieis.