Llegamos con expectativas bastante elevadas, por referencias y por experiencia propia por otras ocasiones, y no es que nos sintamos decepcionados, si no que creemos que aunque no somos muy proclives de compartir comentarios, en esta ocasión creemos que vale la pena. En primer lugar pedimos una parrillada de verduras y un menú infantil, todo lo cual fue bastante aceptables, el problema llegó en los segundos, con una coca de vegetales y pollo que no tenia nada de eso y muy de incomible, pero eso tiene mucho que ver con los gustos personales de cada uno. Pero hay cosas que no se pueden pasar por alto en restaurante que te venden su servicio como categoría superior, y es que en la carta ofertaran un timbal de mató con miel y frutos secos y los frutos secos brillaran por su ausencia, peor en el que te encontraras trozos de plástico, y un almendrado fargi servido en un plato con sangre de pescado (creemos que el atún que constaba en el menú). El mismo camarero cuando se lo comentamos nos indica que él no nos ofrecería el mismo postre y que sería mejor que eligiéramos otra cosa. Comentamos esto con la propietaria del local y nos ofrece sus disculpas y que nos indica que nos va a a traer una copa de cava como compensación, una copa de cava que no llega y que a la hora de pagar nos cobran como si la hubiéramos consumido. Total, que fuimos tres, dos no comimos postre, el servicio pésimo, la comida mala, plástico y sangre en comida y aún así nos cobraron todo, sin ninguna atención por su parte. No sé si fue casualidad o mala suerte, pero yo no volveré a probar ni lo recomiendo. Espero que este comentario pueda ayudar a que no nos tomen el pelo y no nos den gato por liebre y para que tengamos en cuenta, que no es oro todo lo que reluce.