Restaurante: Un Castello

Quedamos gratamente sorprendidos por la calidad de la comida, por lo amable del servicio y por la relación calidad-precio. Fuimos una noche, tres mayores y un niño de cuatro años. Nos atendieron de maravilla. Comimos el menú a once euros: dos platos, postre y bebida y un menú infantil a cuatro euros. Total, 37 euros, con cuatro tubos de cerveza y una botella de agua. Excelente.

Llamamos para reservar en este pasado puente de la constitución, y nos informaron que sólo servían en el otro local, el festín de las cinco villas.... Bueno, vale... El menú, al astronómico precio de 25 euros más 8% de iva. Se aprovechan de que no hay más oferta en la localidad, y o comes allí, o te vas a otra población. Me parece excesivo que cobren ese precio por un menú, sin opción a otra cosa. Además, nada del otro mundo, mucho plato "grande" pero el contenido dejaba que desear para el precio: la fideua, la pasta pasadísima, con mucha sal y poca sustancia. Las migas, nada de caseras, eran de un tipo que venden en algunos supermercados, que no están mal, pero no para un restaurante, sino para hacerlas en tu casa. Con cuatro trocitos de longaniza y ya está. Ensalada de rulo de cabra.... Nada de eso, era queso brie, de no excesiva calidad. El jarrete, cocido. Algunos otros platos, no estaban mal, pero tampoco para tirar cohetes, y menos a ese precio de menú. Cafés aparte. Nada, que sobreviven porque no hay competencia, pero los que lo probamos, no volveremos. Saludos desde Zaragoza, qué pena que traten así a los turistas.