Restaurante: Untzigain
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Polígono Industrial Martiartu, 11 Arrigorriaga, Bizkaia 48480 Polígono Industrial Martiartu, 11 Arrigorriaga, Bizkaia 48480 Polígono Industrial Martiartu, 11
Arrigorriaga, Bizkaia 48480
España
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acerca del Restaurante Untzigain
Decorado a modo de museo náutico, el restaurante Untzigain, es único en el tema marítimo; cuenta en sus instalaciones con infinidad de piezas y pertrechos marineros auténticos, rescatados del olvido y perfectamente restaurados, para que se puedan admirar en su justo valor.
En Untzigain hemos puesto un especial empeño e ilusión en recrear un ambiente netamente marinero, para que nuestros clientes vivan una experiencia distinta en una tierra con tanta tradición marinera.
En nuestros salones podrá encontrar un lugar ideal para comidas de empresa, celebraciones, bodas…
El caserío se asienta en su exterior sobre una auténtica cubierta de barco, donde disponemos de una amplia zona para disfrutar al aire libre y donde también los niños tienen su lugar de esparcimiento.
En Untzigain encontrará el lugar ideal para su boda o celebración especial y le ofrecemos una selección de menús especialmente diseñados para estas ocasiones. Igualmente, si lo desea diseñaremos el menú a su medida.
Untzigain ofrece unas excepcionales instalaciones decoradas especialmente para estas ocasiones donde podrán disfrutar usted y sus invitados con una capacidad para 220-75 y 55 comensales.
Información de interés sobre el Restaurante Untzigain
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Precio medio carta: 36-50 €
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Precio menú degustación: 51-75 €
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Capacidad aproximada: Salones desde 55 a 220 pax
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Días de descanso - Vacaciones: Noches (excepto previa reserva de grupo)
Instalaciones y servicios del Restaurante Untzigain
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parking
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masía o caserío
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local no fumadores
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acepta tarjetas
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terraza
clasificación del Restaurante Untzigain
- Categoria(s) donde figura el Restaurante Untzigain:
información adicional sobre Restaurante Untzigain
Comida y atención exquisita, pero un poco lento para mi gusto, lo demás todo bien, pasa volver sin duda
Fué de boda, pero muy familiar, estuvo todo fenomenal, la atención por parte de las camareras super simpáticas, el servicio y la comida como en pocos sitios, bien presentada, todo super bueno y hasta los solomillos en su punto y recién hechos, el pichadiscos también genial nos hizo pasarlo bien, bueno un sitio para recomendar.
Hemos estado en bautizos, con menú concertado y en cenas de dos o cuatro personas a la carta. En cualquiera de las veces, un servicio atento y cortés, calidad de la comida excepcional con platos elaborados y muy sabrosos todo ello en un ambiente sosegado y una decoración que te deja con la boca abierta. Totalmente recomendable si se desea quedar bien, imprescindible la pantxineta de postre.
Instalaciones preciosas en contraposición al servicio y a la decepcionante calidad de la comida. Sercviio lento quizás porque hemos comido en la segunda planta que es la que dan a la carta y de plato a plato te da tiempo a fumarte un paquete de tabaco entero.