Restaurante: Vandelvira

¡fatal!. Tres matrimonios que buscamos un buen lugar para cenar y entrar en el 2012. Baeza y el maravilloso local que ocupa el restaurante vandelvira parecía ideal para esto, pero la realidad -después de hacer un montón de km- fue una enorme frustración, ¡¡peor imposible!!. Primero, unas pocas horas antes de la cena nos llaman para decirnos que no hay cotillón porque son muy pocos los que se han apuntado y en su lugar nos llevan a una discoteca de baeza. Segundo, la cena no se hacen en el patio central, sino en un pasillo / corredor de la primera planta, nada que ver con lo mostrado en las fotos. Tercero la comida fatal; fría y elaborada a base de congelados de pésimo sabor y peor textura, eso sí con nombres de cocina de vanguardia. Cuarto lo de las uvas, mejor no contarlo. Quinto, el servicio muy poco profesional, y el gerente -supongo-, pensando solo en hacer caja. Deberían de pedir disculpas, tienen los teléfonos de los asistentes. Resumiendo, salvo a mis peores enemigos, restaurante vandelvira de baeza no se lo recomiendo a nadie. Laura gutiérrez.

Una vergüenza. Después de reservar con varios días de antelación mesa para cenar nueve personas, nos encontramos con que no tiene ni uno de los vinos que pedimos -nada extraordinario- que anuncian en carta de vinos, ni los platos que aparecen en la carta. Pedimos tres de los pocos platos que tienen en la menguada carta y no nos lo pudieron servir. Es la primera vez que me marcho de un restaurante tras haber pedido el aperitivo. Un insulto para Baeza que cuenta con un montón de restaurantes de menor fama que este, pero que le dan muchas vueltas por que, por lo menos, tienen lo que anuncian en la carta.

Esta dentro de un antiguo convento francisco, en un ambiente muy acogedor, la carta da opción de platos tradicionales y de platos menos tradicionales pero con un toque de tradición. El comedor se compone de dos salas preciosas, el servicio es muy bueno. Repetiré

Desde barcelona quiero dar las gracias al jefe de cocina Fernando Alguacil pues estuve nueve meses a sus ordenes hace ya casi diez años y gracias a el ahora soy un buen jefe de cocina; dar las gracias a los propietarios pues aunque me hicieron una mala jugarreta al despedirme el haber trabajado allí me sirvio para crecer como cocinero y ya llevo 8 años en Barcelona. Me siento muy orgulloso de haber trabajado en el restaurante Vandelvira.