Restaurante: Venta Antonio

Se come mal el servicio es penoso y caro no me gusta nada queréis dar servicio donde no hay la comida es lo más insípido es decir corriente de venta de mala muerte

Yo pensaba que solo me había pasado a mi y a mi gente, pero ya veo que no, que es algo generalizado. Nosotros fuimos a celebrar el fin de carrera. Eramos unos 300 entre todas las carreras. Antes nos llevaron a una prueba de menú y todo estaba bien. Pero el día de la celebración, el jamón era de peor calidad, el queso había que buscarlo en el plato, los langostinos eran gambas, las patatas panaderas con salsa de cebolla se quedaron en una boñiga de puré de patata frita... Me sentí totalmente engañado, un "pringao" por haber confiado en ellos. Más de 60 euros por persona por algo que no superaba los 25 euros... Hay mejores opciones en jerez que esa. Mucho mejores...

Todas las celebraciones familiares las hemos celebrado en la venta Antonio, bodas de mis hermanas, comuniones de mis sobrinos, bautizos etc... Felicitaciones por llevar 35 años celebrado aconticimientos importantes.

De acuerdo con joaquín y carmen. Todo son demostraciones de que todo está controlado y luego salen demasíadas cosas mal. Pocos camareros atendiendo y un trato a los comensales muy por debajo de la media. Nada que ver con lo que era la venta Antonio cuando la regentaba el padre del que ahora presume llevarla. Ojalá hubiera celebrado mi boda en un restaurante de verdad. Espero que quien lea esto esté a tiempo de no caer en la trampa.

Cuidado con pagar más de la mitad del precio acordado que luego te dan gato por liebre. La venta Antonio ya no es la misma de lejos. Nos resultó decepcionante: una tomadura de pelo. No había suficiente servicio de camareros, no nos pusieron lo pactado, el vino estaba malo y escaso, había que pedirlo en la barra porque no lo traían a la mesa. Nada que ver con lo que fue. Y cuando fuimos a hablar con el responsable, cuál fue nuestro asombro que cuando estamos dando las quejas nos decía que todo era mentira, que todo salio fenomenal. Todos los invitados se dieron cuenta del desastre.