Restaurante: Vikingos

Este finde hemos estado de despedida de soltera en el restaurante vikingos, eramos un grupo de 6 chicas y la verdad que íbamos con un poco de miedo poralgún comentario que habíamos leído, pero para nada de acuerdo con la gente que dice que es un engaño. Nosotras comimos muy bien y muchísima cantidad, es mas, sobro bastante comida pero no porque estuviera mala sino porque ya no podíamos mas. Nos sacaron toda la bebida que quisimos y al final de la cena nos invitaron a unos chupitos, aparte de todos los que ya le habían sacado a la novia. También se encargaron de traernos una tarta especial de despedida. Por nuestra parte no tenemos ninguna queja, todo genial y los camareros majisimos y unos cachondos. Recomiendo a todo el mundo que vaya a Valladolid que se pasen por allí, no se van a arrepentir. Un besazo para los camareros que nos trataron genial.

Mi opinión es totalmente contraria. En mi caso también fuimos un grupo numeroso (18 personas) y el trato fue extraordinario por parte del servicio. Los platos estaban exquisitos, variedad en la bebida (toda la que quieras) y abundancia en los platos. En mi grupo incluso sobró bastante cantidad de comida. Al terminar de cenar nos dieron otras dos jarras de bebida, y también nos invitaron a un chupito (cuando ya habíamos acabado de cenar) que no nos cobraron. El local no es muy grande pero lo encontramos cómodo, con un ambiente buenísimo. Por mi parte y por la del resto del grupo, volveremos, seguro.

Es una estafa engañabobos. Fuimos un grupo grande (22 personas). Te dicen que puedes comer toda la carne a la brasa hasta que digas basta. Las raciones que van sacando son escasas y con cuentagotas (a veces pasaba media hora entre ración y ración). El truco es tajarte a base de reponer las jarras de cerveza y no darte de cenar. Al final te vas por eso y por hartazgo. Pero ni siquiera le dijimos que habíamos terminado. El camarero ofreció hábilmente unos chupitos. Con ello daba por zanjada la cuestión de la comida y además nos intentaba colar el precio alto (que incluye chupitos, cafés y postres). De veras fue muy desagradable. Te sientes envuelto en su trapacería desde el primer momento. Todo mi grupo de veinte personas opina lo mismo. Además el local es pequeño, agobiante y sin insonorizar. Con lo cual te tajan y no te dejan gritar. Un horror.

Estuve, el sábado con unos colegas en la Braseria Vikingos en Valladolid, en la rondilla,comimos el menú vikingo que consiste en que te sientas y te empiezan a sacar todo tipo de carne a la brasa hasta que digas que no quieres mas y la verdad es que esta todo muy bueno y el litro de ceveza que me metí para el cuerpo. El ambiente es muy bueno aunque hay demasiada gente