Nuestra experiencia ha sido lamentable. Sin carta, todo en pizarra. Nos dejamos aconsejar por los camareros y nos han cobrado 63 euros por una ración de arroz con langostino. Nos hemos sentido estafados. Máxime tratandose de un bar de barrio y atendido como tal.
Fuimos en pareja porque nos habían dicho que merecia la pena. Nuestra experiencia ha sido nefasta y seguramente nos quedamos cortos, paso a detallar: la carta te la dicen de palabra aunque hay pizarras colgadas y si no eliges pronto el camarero se pone nervioso pedimos gamba blanca de huelva fresca sabiendo que el precio era de 120€ el kilo sin IVA y nos pusieron gamba descongelada esperando las gambas dice una camarera en tono irónico al camareo que nos había atendido, podrían pedir unas anchoitas, y le contesta yo lo he intentado y todo en voz alta la mayoría de los platos son 15€ más IVA y las raciones son escasas cuando salimos, prometimos borrar el yebra de la oferta gastronómica de sevilla jlm
Estuve en el restaurante Yebra el sábado pasado (18-07-09) almorzando por recomendación y la verdad las 6 personas que fuimos salimos encantada con el sitio, la cocina y el trato. Me parece un sitio estupendo, es fácil de llegar y de aparcar y la comida es buenisima.
Escaso de espacio. Siempre está abarrotado. Si quieres sentarte y comer tranquilo hay que ir prontito. El trato es correcto, simplemente. La comida es buena pero cara, el no tener los precios a la vista del público puede hacer (seguramente lo hará) que te lleves un buen susto sobre todo con aquellos artículos que se cobran según el precio del mercado... Cuidadín. Después del dolor de cartera con el que me fuí, sólo por comerme 12 almejas de carril con dos comensales más, no pienso volver...
Se trata de un local excelente, por su comida, por sus vinos, por el trato que te dispensan. En fin, un lugar en el que te sientes cómodo y a gusto. Mi enhorabuena para ellos.
La calidad de los artículos es buena, la cocina hace ellos que aumenten su calidad. El espacio para los cliente es pequeño y para poder degustar con tranquilidad los exquisitos productos tiene uno que madrugar e irse a primera hora del mediodía, o de la noche. La atención es buena, después de haber estado gusta repetir pero como he dicho la falta de mesas y espacio es lo que te hace pensarlo.
La calidad de los artículos es buena, la cocina hace ellos que aumenten su calidad. El espacio para los cliente es pequeño y para poder degustar con tranquilidad los exquisitos productos tiene uno que madrugar e irse a primera hora del mediodía, ó de la noche. La atención es buena, después de haber estado gusta repetir pero como he dicho la falta de mesas y espacio es lo que te hace pensarlo.
De lo mejorcito de Sevilla. Y nada de tapeo, buenos platos, en cantidad, esmerada presentación, sabor buenísimo, buen servicio. Eso sí, tienes que ir con tiempo para coger mesa, sino siempre queda la opción de la barra, pero los platos se merecen no tener prisas y sentarse a saborearlos. Saludos