opiniones sobre el Restaurante Zuloaga

La comida y el sitio perfectos pero el servicio fatal mucha tardanza al servir sabiendo que eramos un grupo grande y que teníamos a viajar y reservado con mucha antelación y tras tres avisos siguió siendo malquerer meter más gente de la que se puede significa dar mal servicio en general además de meter mucha presión a los camareros es mejor un buen servicio que algo más de caja y ademas luego esta el boca a boca de las criticasel encargado ningún detalle con nosotros, mucha disculpa pero nada

La atención fue buena y rápida, reserve un menú y me lo respetaron, aunque ese día no lo tenían me dieron la opción del que había que era mejor, todo me pareció muy bien.

El menú que habíamos reservado no estaba disponible y no nos lo comunicaron al hacer la reserva. Tardaron mucho en servir (desde las 15:00 y salimos a las 17:00 sin tomar postre). Comimos a la carta y rico, aunque un poco caro. En la mesa al lado de la ventana un poco fresco

He acudido a este restaurante durante mucho tiempo y con diferentes personas y la reacción siempre ha sido la misma. A todos les ha encantado. Lo recomiendo a todo el mundo que quiera disfrutar de una noche en pareja, en familia o con amigos.

Me ha defraudado, francamente los platos rayan el ridículo por su escasez. Viajo frecuentemente a león y no pienso en volver a este establecimiento, así como tampoco se lo voy a recomendar a nadie cercano.

Ningunear al cliente. Es la manera más zafia de ningunear al cliente (persona de la que vives, supuestamente). Fui invitado por un matrimonio mayor y por respeto a ellos me quedé hasta concluir la comida, la cual fue servida tras 70 minutos de espera. El maitre no te habla, te lanza la carta encima de la mesa, con lo cual uno empieza a pensar cómo va pasar el resto de la comida. Surrealista: un restaurante de este nivel nos presenta la factura en una hoja escrita a mano, ilegible y con cargo del iva, cuando en la carta no se especifica, ni aparte, ni incluido. Inexplicable: cómo pueden conservar clientela con el trato que dispensan.

El servicio es nefasto. Teníamos una reserva para celebrar el día de la madre. Después de 10 minutos sentados llegó el maitre, nos tiró las 4 cartas juntas encima de la mesa con un simple "buenas tardes". 10 minutos después vinieron a tomar la comanda. No nos sirvieron ni el vino, porque no habíamos pedido el que ellos recomendaban, que ya estaba abierto encima de la mesa. Cuando llegaron con los entrantes llevábamos 1 hora y 20 minutos sentados (nos sentamos a las 3 menos diez y nos empezaron a servir a las 4 y diez). Ya con la comida en la mesa hubo que pedirles de nuevo el vino, porque no nos lo habían llevado aún. Por cierto, uno de los entrantes era pulpo con cachelos: el pulpo durísimo. Uno de los comensales pidió rape con almejas: el rape había que andar buscándolo entre las almejas y los guisantes. Para llevar la carta de los postres nos tuvieron otros 15 minutos. De los cafés se olvidaron, con lo cual tras otros 15 minutos de espera pedí la cuenta y que anulasen los cafés. Nos llevaron los cafés como cortesía y como pasaba el tiempo y seguían sin llevar la cuenta, tuvimos que levantarnos y pagar en la barra, por cierto un precio muy elevado y para nada acorde con la calidad y el servicio ofrecidos. Lo dicho, para no volver. La falta de respeto al cliente es descomunal. No lo recomiendo en absoluto. No se merecen de ninguna manera la buena fama que tuvieron y que supuestamente aún siguen teniendo.

Nos reunimos unos amigos con la intención de comer bien, en un sitio agradable y con una buena atención. Lo que recibimos dista mucho de nuestra intención. Fuimos a comer el menú y a parte de tener pocos platos, había varios terminados y el postre te daban a elegir entre dos opciones, una era una especie de tarta, que llamaban catalana y la otra un puding de plátano que no sabía a nada que se lo pareciera. En cuanto a la atención recibida, la única sonrisa fue cuando nos recibieron, a partir de ahí no hubo más. En todo momento faltaba agua, vino y pan en la mesa. El metre al pedir la comanda, decía que tenía prisa que le dijeramos los platos ya, cuando en ese mismo momento nos había dicho que faltaban varios platos del menú... A parte de esta calvarie y del bullicio que había en la sala, abarrotada de gente, la sorpresa mayor la encontré cuando fuí al baño y lo encontré orinado y con un olor muy impropio de un sitio de esta clase. Por último al pedir la cuenta, le pagué en efectivo y no supimos más de las vueltas, por lo que se quedaron con la propina. No logro entender la fama de este sitio, no volveré jamás.

Es la segunda vez que voy al restaurante zuloaga, ya que la primera, hace ya unos años, me causo muy buena impresión. La verdad es que es un lugar estupendo y muy bonito, la atención por parte del camarero, fue muy profesional; pero la comida deja mucho que desear. Fue una sorpresa, cuando al pedir la cuenta, te cobran el IVA a parte sin estar señalado en la carta, en definitiva me pareció muy desmesurado el precio con lo que pedimos: una ensalada zuloaga para comparir entre los dos, una chuleta a la piedra también para compartir (estaba a puntito de pasarse) una botella de agua, una botella de vino y dos sorbetes de limon la cuenta ascendio a105 euros. (creo que no volvere)

Después de una entrada espectacular (lo único bueno), solicitamos una mesa para dos sin haber reservado, la silla de mi mujer estaba desencolada faltandole poco para irse al suelo, la cambíamos nosotros por otra desocupada que había en un rincon. La atención del maitre fatal, nos estaba tomando la comanda y mirando para la entrada controlando la gente que entraba, solicitando su ayuda a la hora de elegir un vino de la tierra, no nos dice nada, solo cuando pido el más caro de los vinos de león dice que es una buena elección. Después de 3/4 de hora esperando viene el camarero y nos pide disculpas por la tardanza ya que han tenido un problema en la cocina, cuando llega el plato para compartir (crepe relleno de centollo y buey con salsa de nécoras) entendemos cual fue el problema, ya que este viene totalmente quemado no entrandole el cuchillo) al advertir al camarero que no esta para poner en la mesa marcha dandole a la cabeza mirando para el plato, en el segundo plato, a mi pareja que había pedido pescado, le ponen cubiertos de carne, el plato consistia en rape cocido con una salsa por encima. La sorpresa mayor fue cuando a la hora de pagar nos cobran 14 eurazos por el crepe (sinceramente pense que no lo cobrarian) además de todo esto el ruido de fondo debido a las celebraciones que había en el local era insoportable. Lo tengo claro la proxima vez que vaya a león me buscare otro restaurante con menos fama y mejor atendido.

Hola. Hace de esto más de un año y a lo mejor esta opinión no es significativa, pero recuerdo que era verano y nos presentamos sin reservar, por lo que tuvimos que esperar un tiempo a ser acomodados. Veíamos que había mucho ambiente de despedidas de soltero en el comedor principal, con lo que ello supone de jolgorio, pero aún así esperamos hasta que nos dieron mesa. Nos pusieron en el jardín y supusimos, con razón, que las despedidas estaban donde estaban para no molestar o molestar lo justo, ya que nosotros en ningún momento nos sentimos molestos por este motivo. Nos atendieron en tiempo y forma y nos dieron a elegir una buena variedad de menús. Cenamos en un ambiente agradable quedando muy satisfechos tanto del sitio, la atención y el importe. Mientras estábamos cenando pudimos escuchar algún comentario desagradable hacia las despedidas de solter@, pero viendo las personas que los hacían pudimos ver que algunas personas quieren trato de restaurante con tenedores en sitios para todos los mortales. Me molestó más esto último que la alegría de los chavales divirtiéndose.

El servició, sintiéndolo mucho, lamentable. Continuos errores, un espera de más de 30 minutos para el poder pedir un postre. En cuanto a la comida, muy indicada otra opinión, "ni pena ni gloria". Una ensalada sin complicaciones, un rodaballo mal cortado y un atún rojo de andar por casa. Sobre todo, tras indicar estas incidencias al camarero, un simple "lo sentimos" fue la respuesta, deberían visitar y sobre todo, aprender de los verdaderos profesionales del gremio, que a años luz se encuentra esta "tasca"...

He ido en varias ocasiones a león por motivos laborales y siempre he comido en este restaurante y puedo decir que tiene un menú diario muy variado a un precio muy competitivo. Recomiendo ir por que es un sitio agradable, en el centro del casco histórico y con una buena comida

Fuimos 5 amigos amantes de la buena mesa a conocer la ciudad y disfrutar de la mesa del restaurante Zuloaga. El restaurante se ha convertido un lugar de despedidas de solte@s que llenaban el comedor principal y un salón privado. Nosotros estábamos en la zona de la galería situada entre el comedor principal y el jardín. Soportamos los cánticos de las despedidas entre algún trozo de pan que salía volando de vez en cuando. Había falta de refuerzos con lo que el servicio fue deficitario. Pedimos 6 entrantes y el lomo de buey a la piedra (especialidad de la casa), 1 botella de vino y 3 de vino, Enate, único somontano de la carta y 5 cafés. Pagamos 37.2 euros por cabeza. Respecto a la comida decir que en general correcta pero tampoco para echar cohetes. El servicio malo. La mesa no estaba preparada a la convenida en la reserva, había 5 tipos de copas diferentes entre las 10 que había en la mesa, los platos de los entrantes se fueron quedando uno tras otro en la mesa hasta que retiraron los 6 que nosotros mismos tuvimos que ir apilando para ir haciendo sitio.

Pero el colmo fue el TRATO DISCRIMINATORIO que sufrimos por parte de un camarero. Cada vez que nos abrió una botella de vino nos la dejó en el centro de la mesa agarrandola del cuello mientras que en el resto de las mesas lo servía de la manera correcta a un restaurante que vende cierto nivel. Esta discriminación la sufrimos con las tres botellas de vino por lo que pusimos una hoja de reclamaciones.