Fabuloso el cocido maragato y las natillas. Muy recomendable. Además el servicio es excepcional. Los camareros son muy amables y atentos.
Fabuloso el cocido maragato y las natillas. Muy recomendable. Además el servicio es excepcional. Los camareros son muy amables y atentos.
Ambiente familiar perfecto. La comida riquísima todos los platos están bien preparados y se nota la frescura y calidad del producto. El personal amabilisimo.
Necesarios dos dias. Uno para el impresionante cocido maragato.... Otro para el bacalao y los postres. Los vinos de la tierra sorprenden
No me gusta el orden de servir los platos. Deberían dejar que los comensales se sirvieran los platos a su aire, el dueño muy amable y el precio está bien.
Llevamos diez años manteniendo esta reunión de empresa (zona noroeste) en este magnífico lugar de maragatería. Las instalaciones, el servicio y la comida son estupendas. Después del tiempo tenemos una relación familiar que nos permite disfrutar de estos dos días de trabajo y coger pilas para seguir. Lo dicho un lugar de diez.
En nombre de un grupo de amigos madrileños, opino sobre el cocidazo que nos comimos en cuca la vaina el pasado fin de semana. El sitio es muy bonito. Merece la pena conocer castrillo de los polvazares y probar el cocido en cuca. Repetiremos el próximo año. Ah, el trato es excelente.
Bueno, bueno.... no sabría como describirlo. Lo cierto es que fuí recomendado por unas personas que me encontré en la ciudad vecina. Tengo que entender que eran familia. He comido varias veces cocido por la zona, sin duda el de cuca no es el peor(pero no esta lejos de el puesto), eso si. EL MAS CARO. en todos los qe he ido, te dan a repetir hasta que no puedas más y en el menu del cocido te dan bebidas y todo incluido. Estos CUCOS, te lo cobran a parte. CUCA ESTAS NOMINADA
Fuimos a comer el 23/07/09. Dos adultos y una niña de once años. El cocido, como dice Arturo aquí mismo, no está mal (los he comido bastante mejores, también es verdad), pero el servicio, al menos la chica que nos atendió, fue pésimo. Por abreviar: recogiendo los cubiertos de la mesa de al lado me cayó un tenedor en la espalda; lo recogió del suelo y sin decir ni pío se marchó. Mi mujer me quitó de la espalda un pequeño resto de comida, y en una finísima cazadora ch que había dejado en la silla (sí, hacía calor, pero nunca se sabe los aires acondicionados) me dejó una mancha de grasa. - oiga -la dije-, que me ha bautizado Ud. sin tan siquiera decir un lo siento, disculpe... Se dió la media vuelta y al rato trajo un quitamanchas, todo esto también sin decir palabra, y así nos fuimos del restaurante, sin que la muchacha se dignase a disculparse o interesarse por lo que ella había provocado. Pero el remate vino al pagar: nos cobraba 3 cubiertos, cuando anunciaban que los niños pagaban 12'50 en lugar de 17'50 (todos sin bebidas ni café). - Señorita por favor, que me han cobrado tres cubiertos de adulto. - es que uds. Han pedido cocido para tres. - ya, pero ¿no ve Ud. que es una niña? - sí, pero es que hay niños que comen como adultos, que nos ha pasado. - sí, pero no es el caso, como se habrá dado Ud. cuenta, y de cualquier forma uds. No hacen tal advertencia ni en el menú ni a la hora de pedir la comanda. - ya pero es que han pedido para tres. - ¿pero no ve que hay una niña? ¿qué tendría que haber pedido, para dos y medio? - vale vale, no se preocupe (con retintín), que se lo cambió. Y como podéis imaginaros, pagamos y adiós muy buenas.