En realidad no puedo hablar de la comida ya que no he llegado a probarla. Fuí con mi mujer y mi hija de tres meses y lo primero que me paró un poco fue el acceso: tres tramos de escalera estrechos sin ninguna rampa, pero mi mujer insistió y subí el carro de la nena. Al entrar notamos que la nena necesitaba un cambio de pañales y al preguntarle a la camarera si tenían algún sitio para ello, nos dio un "no" rotundo y tuvimos que cambiarla sobre la tapa del wc. Al sentirnos completamente desatendidos decidimos irnos y sale el dueño(? ) y en vez de preguntarnos si había algún problema nos dice (para nuestro asombro) "buenos días, adiós eh! " nos sentimos desatendidos, victimas de una falta de empatía y atención al cliente que no hemos visto ni en el más humilde chiringuito de playa. Nada recomendable con o sin niños.
No entiendo como alguien puede opinar así de un restaurante como este. Un sitio donde se come de pm y el trato impecable. Tienes que pensar que hay sitios donde no les interesa que entren los niños (es mi opinión) y por eso no se les pone facilidades a los padres. Porque desde mi punto de vista en un restaurante como este sobran los niños, porque no es un sitio para ellos, es un sitio para cenar tranquilamente con tu pareja o amigos sin tener que aguantar a los gritos de los niños de al lado.