Fatal, una pesadilla. Fui con mi familia, y no se la razón pero se negaron a darnos de comer, a lo que pedimos el libro de reclamaciones y ahí empezaron los gritos y los empujones para que nos fuesemos (es que simplemente no disponen de él). Literalmente nos echaron del local de muy malas maneras, a lo que yo tuve que volver a entrar como pude a por mi bebé que seguía dentro. Tuvimos que llamar a los mossos, los cuales cumplieron con su deber.