Hicimos una reserva para una comida familiar en este restaurante para 12 personas, 5 de ellos niños. Consultamos si era necesario avisar de lo que queríamos pedir, si eran asados, cuchifritos...., y nos dijeron que no, que disponían de todo lo que estaba en la carta. Al llegar al restaurante, tardaron más de media hora en tomarnos nota de la comida, y cuando comenzamos a pedir (ya era hora), nos dicen que no hay cuchifrito (se les acabó según ellos, el día antes), cuando nos habían asegurado que no era necesario reservar cualquier plato de la carta. Tuvimos que cambiar de elección de los platos y ni siquiera pidieron disculpas informándoles de que nos habían dicho que no era necesario reservar.... Para los niños, una de ellos de 3 años, pedimos un menú infantil, en cualquier restaurante de calidad que se precie, por muy lleno que esté, las comidas que primero se sirven son las de los niños.. En nuestro caso, el lomo del menú infantil, llegó diez minutos después que las comidas del resto de los comensales, advirtiéndoselo a los camareros en varias ocasiones. He de decir, que la comida, muy buena, pero el servicio pésimo con mayúsculas, independientemente que tengan un lleno absoluto. Si hay una reserva previa hecha, tienen que contar con género y personal suficiente, para poder servir a los clientes, e insisto, habiendo preguntado si había que reservar algún plato con anticipación, y como colmo la tardanza en tomar nota, y en servir un simple lomo a la plancha de un menú infantil.