Pretenden ser un "quiero y no puedo", pedimos pulpo a la gallega y era recalentado de microondas(malísimo),unos camarore que estaban buenísimos, pero muy escasos, y lenguado muy bueno, pero lo sirvieron sin ensalada, a palo seco. En cuanto a detalles, el mantel estaba complamente desgastado y en algún sitio roto, las servilletas de pésima calida que no limpiaban nada, al contrario, te embadurnaban más. En relación calida precio resultó carísimo. Tan fama no se la merece, conozco desde pequeña este bar-restaurante, antiguamente, tasca de pescadores y te tomabas el vinito bajo la parrita con unos pescaditos,un pulpo y unos calamares, no había más, pero era lo que era y todo estaba riquísimo, pero el negocio cambió y pasó a ser lo que yo digo,un quiero y no purdo.