Nosotros escogimos el menú y fuimos dos parejas y un bebe, nos trataron de lujo y la comida estuvo excelente, los postres caseros y buenísimos, una pasada, puntuación 8,5 ;)
Nosotros escogimos el menú y fuimos dos parejas y un bebe, nos trataron de lujo y la comida estuvo excelente, los postres caseros y buenísimos, una pasada, puntuación 8,5 ;)
La comida está muy buena y muy elaborada, pero la carta es un poco reducida. Nuestra equivocación ir con niños. El precio un poco caro.
No es un mal sitio... Pero no es extraordinario. El problema es que se sobrevalora, es un poco pretencioso. Sigue la tendencia de muchas 'celebrities locales' del mundo de la restauración, de cobrar un 20%-25% más de lo que sería lo indicado por el equilibrio entre calidad, preparación, atención al cliente, localización. El que quiera pagarlo vale, a mi me da la sensación de que eso 'estropea' un poco el resultado. Yo no volveré ni lo recomiendo, insisto en que no está mal pero no tan bien como para comportarse como un 'first class' en la factura. Es más un asunto de ecuanimidad que de dinero (al final ¿qué son 20 o 25€ de más por persona? ), sencillamente no es lo que merece. Es de esos locales adquieren una cierta fama y son frecuentados por personas que quieren ir 'a ver qué tal' pero no motivan a regresar... La carta de vinos es bastante completa pero no disponen de todo lo que ofrecen. Los platos que ofrecen fuera de carta tienen un precio muy superior a sus equivalentes de la carta (pescados por ejemplo) la atención es un poco apurada y no particularmente cuidadosa o diferente a la de un restaurante ordinario de cualquier pueblo cercano. Por supuesto no se preocupan de emplatar los entrantes a compartir ni de calcular que las piezas de los entrantes se adecuen al número de comensales.... Bueno son detalles que marcan la diferencia. Palermo no los tiene. No es extraño en nuestra tierra. Una pena.
un trato exquisito y una cocina de lo mejor.
Después de algunos años sin volver por esta zona de Asturias, esta visita a Tapia nos ha encantado.
No solo por lo bien que hemos comido, si no por el trato excepcional que se nos ha dispensado.
Volveremos.
Grata sorpresa la de este restaurante casi escondido detrás de la casa consistorial.
La oferta gastronómica desde los aperitivos, entrantes y segundos platos, así como los postres son de estrella Michelin.
El servicio super amable y las istalaciones fuera de lo común(Todo el local y servicios G.VERSACE).
La relación calidad precio es muy buena.
RECOMENDABLE