La mesa super pequeña cerca de la parrilla y de la cocina calor y ruidos teníamos reserva le dijimos al camarero que si nos la podía cambiar por otra un poco más lejos y nos dijo que no que habían reservado antes. El vino nos lo trajeron abierto a la mesa y caliente no era de la casa la decoración del día que lo inaguraron, la luz brilla por su ausencia lo único bueno que tiene es la carne.