Una nave industrial sin ventanas. Cutre, sucio, comida malísima, pero mala de verdad, animadores pésimos. Creo que jamás había ido a un sitio tan asqueroso. Los animadores y la mascota esa que tienen, todos con los disfraces sucios y rotos. Las mesas y las sillas las han cogido de un vertedero, estrechas y pegadas unas a otras. El del micrófono, pegado a nosotros y con el volumen a tope. No se puede ni hablar, ni casi moverte. Vamos, un timo en toda regla. Yo me he ido corriendo y casi sin comer. Ha sido horrible!!!!