Imprescindible si vas a Cantabria o si, como nosotros, que somos de Madrid, que fuimos a primeros de setiembre a Asturias y reservamos un día solo para ir a comer allí. La experiencia es única y desde que abrieron hemos ido todos los años. La profesionalidad de ruben y de todos los que allí trabajan es enorme y si a ello le acompaña unos productos de primera calidad y elaborados de maravilla, pues el comer allí es algo que quieres repetir siempre. Esta última vez nos recomendó unas "rellenucas con cebolla pochada"(la cria de la sepia), que no olvidaré nunca pues son deliciosas, el mejor lenguado que hemos probado nunca, esas croquetas caseras y el postre de trufas de chocolate negro con salsa caliente de chocolate blanco todo un manjar....... Ni que decir el sitio donde está ubicado que es impactante solo verlo desde fuera. En fin una jornada gastronómica maravillosa en su totalidad. Gracias a todos los que formáis parte de este restaurante y hacéis que recordemos siempre nuestra estancia.