Visito asiduamente España y cada vez que me acerco a Cantabria, comer en el redoble es una visita obligada. Mas si cabe desde hace unas semanas con el cambio de dirección. Los arroces son un espectáculo, el arroz meloso es mi favorito, mi mujer se maravillo con unas carrilleras de ternera y yo quiero volver!! Solo para repetir el bacalao con pisto y trufa. Para el vino nos dejamos aconsejar por la maitre y en fin!! Un diez sobre diez. El trato fue exquisito!! Enhorabuena a todo el equipo y en especial a la propietaria!! Gracias por todo y esperamos volver muy pronto...