El pasado sábado celebramos la graduación en este restaurante. El precio fue de 65 euros por cubierto, algo desorbitado, pero que podría estar más que justificado con una buena cena y barra libre. El salón era muy amplio y exceptuando algún que otro camarero con malas maneras, el resto del servicio bastante bueno. Para nuestra sorpresa, la cena fue malísima, al menos en mi mesa, nadie pasó de cenar un par de croquetas y un poco de ensalada. El solomillo, que era el plato fuerte, era escaso y duro. Tengo que decir que con la barra libre acertaron, camareros de sobra para atendernos a todos y espacio muy bueno. A las 6 de la mañana estaba incluído en el precio que nos sirvieran churros con chocolate, apartando a un lado los churros, que dejaban mucho que desear, el chocolate estaba completamente quemado, nadie, y repito nadie, porque me cercioré de que quedaban todos los vasos llenos, pudo tomárselo. Es muy normal y todos somos humanos, que al cocinero se le queme el chocolate, la vergüenza es que tengan la cara de servirlo así. En resumen, un desastre, según tenía entendido es un sitio muy bueno de murcia, pero estoy segura de que no volveré.