He estado una vez, comimos para empezar unas almejas, bueno, cuatro almejas para ser realistas, nada que ver con las raciones que te ponen en Galicia y menos el precio, luego bogavante, ni fu ni fa, no era para tirar cohetes, luego pedimos bacalao, cual fue mi sorpresa al ver aquella cosa minúscula en la mitad de aquel plato gigante, vamos que no vuelvo ni loca, una clavada de puta madre para comer cuatro cosas, a mi no me ven más el pelo, menudos pedazos de bacalao que te ponen en Portugal y lo ricos que están por cuatro perras