Fuimos a pasar el día y a la hora de comer el restaurante no nos pareció mal(mala elección). Nos sentaron en una mesa y tardaron de 15 a 20 minutos en traernos las cartas. Después de 40 minutos nos sirvieron los primeros una pésima ensalada y unos macarrones pasables. Los segundos pésimos una ternera con bolets que eran todo grasa y una butifarra acompañada de una pequeña patata y dos minusculos trozos de calabacin. De los postres no puedo opinar porque después de una larga espera decidimos irnos sin tomar nada mas. Cuando decidimos marcharnos la camarera encima se reia increíble,vergonzoso!!!! No se lo recomiendo a nadie de vergüenza!!!!! El disgusto en la cara de todo el comedor era bastante evidente.